domingo, 3 de mayo de 2015

Paris día 2!!


Nuestro segundo día en Paris fue como una semana comprimida en 24 horas.

Despertamos temprano y nos fuimos al barrio latino. Frente a la fuente de St. Michelle, comimos un baguette de pollo tal como nos dijo la Dani, en un local de Crepes y Baguettes donde el francés mas simpático de toda Francia nos hablo en español y nos trato con amor. Ahí nos encontramos con Alexandra, nuestra guía española del Free Tour. En ese paseo, vimos Notre Dame, supimos que Enrique IV es el rey mas querido de Francia, recorrimos el Senna, supimos que Enrique IV era protestante, visitamos el Louvre (por fuera obvio), supimos que Enrique IV era medio pedófilo, vimos le pettite Arco de Triunfo, supimos que Enrique IV murió asesinado, caminamos hacia la plaza de la concordia y nos escondimos rápidamente en un cafe, porque a esas alturas la lluvia nos tenia ultra mojados y ya era hora de tomar un cafecito caliente, después de tanto Enrique IV y de tanto museo al aire libre.

Al despedirnos de nuestra guía, compramos el tour a Mont Martre para las 18:00, y como teníamos cerca de tres horas libres, volvimos a la Catedral de Notre Dame para contemplar de cerca y desde adentro su majestuosidad, que nos dejo realmente impactados con el nivel de detalles y la historia detrás de ese enorme icono del catolicismo mundial. Cuando llego la hora de ir a Mont Martre, pasamos por el barrio latino y sus callecitas apretadas, su diversidad, sus kebabs y su música sandunguera al aire libre nos dejaron con demasiadas ganas de volver con mas tiempo a conocer cada rincón de ese divertido sector.

Una vez en Mont Martre, volvimos a encontrarnos con Alexandra, quien nos guió por las empinadas callecitas del sector, contándonos las historias de tantos artistas locos que vivieron sus días de penas y glorias en el sector mas bohemio de Francia.

Conocimos la historia de Toulouse Lautrec, quien a pesar de su buen pasar económico, se enamoro del Moulan Rouge y se quedo en Mont Martre pintando a las bailarinas del cabaret mas famoso del mundo, hasta que un día el dueño lo pillo literalmente con las manos en el óleo y le ofreció pintar los afiches oficiales de su cabaret, los que hoy son tan famosos como el lugar que los vio nacer.

En este mismo recorrido, subiendo hasta el punto mas alto de Paris, conocimos el mítico restaurante de Amelie y la casa de Van Gogh cuando vivió con su hermano. Supimos que hay varias teorías sobre su oreja y que tuvo una extraña amistad con Gauguin, que finalmente lo volvió mas loco de lo que ya estaba, pero que, obviamente, lo hizo pasar por uno de sus mejores momentos artísticos hasta que en 1890 decidió suicidarse.

También conocimos el lugar donde Pablito entregaba sus cuadros a un cura para que le fiara comida, con la promesa de que algún día valdrían millones, algo que ocurrió no mucho tiempo después, cuando Picasso se transformo en el artista que todos conocemos. Muy cerca de ese lugar vimos la escultura del cura sin cabeza, que según dice el mito, camino siete kilometros sin cabeza para ir a  perdonar a su verdugo, y por otro lado, conocimos la historia del burro que pinto un cuadro impresionista con la cola...cosas que solo se cuentan en las divertidas callecitas de Mont Martre.

Al final del tour llegamos a la Catedral de Sacre Coeur, casi tan majestuosa como Notre Dame, donde carramos la segunda jornada de tours express por Paris.

Para terminar el día, cansados y empapados por la lluvia infernal que nos acompaño durante casi toda nuestra estadía en Paris, nos fuimos al bar Prohibido, y terminamos probando todas las cervezas y mojitos del bar, lo que, como es lógico, nos dejo con una tremenda caña al otro día, que partimos en modo flash a ver el Arco de Triunfo antes de abordar un nuevo vuelo rumbo a nuestro destino final: Japón.

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