domingo, 3 de mayo de 2015

Paris día 1!


Siempre he considerado que la belleza de la naturaleza supera con creces a cualquier creación humana, pero hay un puñado de obras que es imposible dejar de admirar. Me paso primero en Angkor Wat, después nos maravillamos juntos con Machu Picchu y ahora, juntos otra vez, quedamos boquiabiertos antes la majestuosidad de la famosa Torre Eiffel. Boquiabiertos porque no dábamos mas de cansados después de subir los 700 primeros escalones a pie, pero por sobre todo, impresionados por lo potente que es ver esa enorme torre en medio de una de las ciudades mas famosas del mundo.

Pero partamos del principio.

El viaje Stgo Sao Paulo estuvo perfecto, sin turbulencias, sin niños gritones, sin pasar frío ni hambre. Llegamos al aeropuerto y la escala duro lo justo y necesario para tomarnos un cafecito y despedirnos del Nico y tía Monica que estaban en el mismo vuelo, pero que ahora tomaban rumbo a Frankfurt a encontrarse con los suyos.

Nosotros, ya instalados e el nuevo avión, nos preparábamos sicológicamente para las casi 11 horas que duraba el vuelo a Paris, mientras pensábamos como hacer cundir los dos días que tendríamos para recorrer lo mas importante de la ciudad de la luz.

Al llegar, lo primero que nos sorprendió de los Franchutes es que no te pescan ni en broma. Les da lo mismo si te ven con cara de 'pa donde mierr hay que ir' ni con responder de buena manera nuestros balbuceos anglofranchutespanolizados tratando de preguntar donde cresta teníamos que tomar el tren al centro de Paris. Al final, junto a otra pareja de chilenos y dos señores australianos adivinamos como tomar el tren y nos vinimos raudos hasta nuestro hogar transitorio: la casa de Julia y Alex, dos cabros que viven en Oberkampf (una estación de metro que esta bastante bien ubicada) donde arriendan una pieza a viajeros como nosotros.

Cuando llegamos, Alex figuraba en pijama estudiando para su Master en Urbanismo, y en un inglish bien amigable nos dio los tips necesarios para salir raudos a nuestro encuentro con la famosa torre del señor Eiffel.

Después de pasar por varias estaciones de metro y por una pasarela de multiculturalidad que va de musulmanes a chinos, pasando por negros e indios, llegamos a la estación Trocadero, donde la señalética te gritaba en la cara que estabas a pocos minutos de ver la magnifica torre Eiffel.

Entre el desconcierto de ver esa enorme torre de fierros entrelazados y la cantidad de turistas que se sacaban fotos en las mas chistosas posturas, decidimos subir a pie los primeros dos tramos, los que en total sumaron cerca de 700 escalones. El único problema, a parte de perder la respiración al subir esa enorme escalinata, era que el clima estaba demasiado gélido. Llegamos a la mitad de la torre y congelados a mas no poder, hicimos una cola eterna para subir hasta lo mas alto de la torre, desde donde se puede apreciar una panorámica espectacular de la ciudad. Sin duda, un imperdible que hay que hacer, sin dejar de considerar que casi siempre corre un viento que te cala los huesos, por lo que si no estas abrigado, te puede llegar a dar un patatu de congelación en mala.

Cuando bajamos volvimos a admirar la torre, a esa hora iluminada, sin dejar de admirar la belleza de cada espacio que recorríamos, aun congelados pero felices con nuestra primera súper experiencia en Paris.

Para terminar, y como somos gordos, fuimos a comer una rica pizza (papiripopi) casi frente a nuestro hogar mientras una lluvia intermitente se dejo caer, anunciandonos que mañana tendremos que comprar paraguas para nuestra segunda patita por Paris.

PD: en este teclado no puedo hacer acentos :(
PD2: este sistemita vía iPad no me dejo subir fotos... se las debo! por mientras pueden ir imaginado todo :)



No hay comentarios:

Publicar un comentario